#Issue 9 El amor se hace.
Todos agradecemos cuando vamos al cine que no hagan reír, y por eso la última película de Paco León no decepciona. De hecho Kiki, el amor se hace está promocionada como una suerte de comedia erótica porque de hecho esta promoción nada como una suerte de comedia erótica. Cuando vemos el plantel de actores, la línea cómica de Paco León o la declaración explícita de que la película trata sobre las parafilias ya nos podemos imaginar que vamos a ver algo así como ligero para un viernes por la noche. Sí y no, porque el trasfondo de la cuestión es más serio de lo que parece. Ni más ni menos que lo que esconde el juego de palabras: el amor se hace.
El esclavo durmiendo, Miguel Ángel
Es una especie de máxima que cuando vas al cine a ver una castaña luego no tienes derecho a quejarte porque ya sabías a lo que ibas. Pero otras, por el contrario, subestimas el producto antes de probarlo y luego te llevas una muy grata sorpresa. Y por eso recomendamos ver Kiki, porque desde el mismo título nos hace reír, pero la cosa va mucho más allá. Lógicamente, al tratar el tema de las parafilias es difícil no provocar la risa por lo poco acostumbrados que estamos socialmente a ver algo así con seriedad, y es que parece que si el sexo no se afronta desde el propio erotismo y se hace desde la risa pierde contundencia y gravedad.
Es difícil de creer que Paco León haya sabido manejar los hilos tan bien de manera inconsciente y que haya tratado las parafilias con humor pero a la vez con absoluta normalidad y además normalizando. Se puede uno reír a la vez pensar en cómo un tabú así puede afectar a la dimensión personal de las relaciones, y no sólo a la sexual. Se agradece reír, pero también ir al cine creyendo que vas a ver una comedia erótica que te hace pensar y que a la vez te deja la sensación de que en realidad es una película sobre el amor.
//R.
The Skin Tailors_