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Adorarás este ingrediente de la alta cosmética que tienes en casa.

Para variar un poco, hoy queremos hablaros de un ingrediente común en la industria de la alta cosmética que nosotros también utilizamos, uno de esos grandes desconocidos y de los que, a la vez, hemos oído nombrar cientos de veces: el ácido láctico.


En nuestro caso, sabéis que nos gusta poder aplicar las mejores técnicas de laboratorio, puesto que somos farmacéuticos, a los ingredientes naturales para potenciar su efecto. Dicho así, se suele pensar que los ácidos que se usan generalmente a la hora de formular productos de alta cosmética son compuestos de laboratorio artificiales y dañinos para la piel. A veces sí, y muchas otras veces no, por eso os recomendamos mirar bien la lista de ingredientes de los productos e informaros de qué es cada cosa.

Uno de esos ácidos frecuentes (ya os hablamos del hialurónico en otra ocasión) es el ácido láctico, que sale ni más ni menos que de cualquier producto lácteo en fermentación: leche, queso, kéfir... y hasta de nuestro cuerpo cuando hacemos deporte. De hecho, es el motivo por el que los famosos baños de leche son tan buenos para la piel y que se utilice también como aditivo en la alimentación.