Todo lo que quiso saber sobre la manteca de karité y no se atrevió a preguntar.
Imposible que no hayas escuchado miles de alabanzas hacia la manteca de karité, así que si tienes alguna duda sobre qué es y el por qué de su fama, hoy resolveremos todas tus dudas.
La manteca de karité procede, en primer lugar, de un árbol mítico en la sabana africana, capaz de vivir hasta 3 siglos. De sus frutos, parecidos a las nueces, es donde se extrae una vez descascaradas, secadas al sol, hervidas y prensadas en frío. No sólamente esta manteca es valiosa en el mundo de la cosmética, sino también en el de la cocina. Por eso, en África al árbol de karité se le conoce como el árbol mantequilla, al aportar ese sabor incluso desde su corteza cuando se utiliza como ingrediente en la cocina.
En el mundo de la cosmética lleva triunfando unos cuantos años ya que en su sencillez reside todo su poder: es extremadamente hidratabte... y no sólo eso.
Obviamente, la primera de sus cualidades es la de nutrir en profundidad la piel, evitando con ello la aparición de arrugas y manchas. Pero además es muy humectante, ayudando a que no se pierda el agua natural de las capas más profundas.
También se utiliza como protector solar ya que ayuda a neutralizar los rayos UVA y UVB, así como después de tomar el sol, aliviando las quemaduras.
Sus propiedades reestructurantes y suavizantes la convierten en un magnífico cicatrizante, que al ser usado en cremas, ayuda sobre todo a borrar imperfecciones como las estrías. úlceras y pieles con eccemas.
Además de cicatrizante es antiinflamatoria, ayudando en las problemáticas anteriormente mencionadas.
Es despigmentante.
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La Camomila o el Rabo de Gato son dos de nuestros ingredientes estrella, parte de la naturaleza más cercana que junto con la urea o el aceite de glicerina de soja, convierten a esta crema calmante es un compendio de ingredientes maravillosos. Pero además lleva alcanfor o el extracto de Harpagophytum procumbens, extracto de Arnica Montana extracto de Acmella oleracea y, por supuesto, manteca de karité.