Cómo combatir dos tipos de pieles a la vez.
¿Puede la piel de nuestro rostro ser seca y grasa al mismo tiempo? Por supuesto. Una de las grandes dificultades a la hora de formular cremas faciales es una de las dos posibilidades más extendidas a la hora de catalogar los tipos de pieles. Zonas como las mejillas pueden necesitar un aporte extra de hidratación, mientras que a la famosa zona T en apariencia le sobre. He aquí el problema: las zonas por naturaleza más grasas de nuestro rostro, donde actúan con mayor intensidad las glándulas sebáceas (nariz, frente, barbilla) también necesitan hidratarse, aunque de forma adecuada. No hacerlo e intentar resecar esas zonas con jabones y alcoholes solo causaría el efecto contrario al deseado: generar más grasa.
Es por ello que a la hora de formular una crema hidratante para pieles mixtas debe darse un equilibrio entre la hidratación profunda y el control de la grasa. A la hora de elaborar la nuestra, hemos utilizado ingredientes comunes a la mayoría de nuestros productos, de origen totalmente natural y cuyas propiedades se conocen desde hace siglos en farmacia y cosmética. Por ejemplo, contiene rabo de gato (antiséptico y antiinflamatorio), caléndula (antiséptica, cicatrizante), camomila (calmante y suavizante), malva (cicatrizante y antiséptica) y milenrama (astringente). Así, se potencia el control de la producción sebácea además de la regeneración y la salud de la piel.
El broche de oro de su formulación es el extracto de acelga, que contiene dos ingredientes esenciales: el ácido fólico y la metionina. El primero de ellos es en realidad la vitamina B9, que se puede extraer de las verduras de hoja verde como la acelga o la espinaca. Contribuye a la división celular, por lo que es importante para la regeneración de la piel contra el envejecimiento. La metionina, en cambio, es un aminoácido que repara los tejidos corporales y controla la grasa. Además, sus propiedades antioxidantes detienen la acción de los radicales libres. Estos dos ingredientes son la base para frenar el envejecimiento de la piel.