#Issue 41: La inteligencia de las plantas.
¿Tienen las plantas sentimientos, emociones, capacidad para comunicarse y detectar lo que es cierto y lo que es falso?, ¿pueden aprender o recordar? Si no tienen cerebro, ni neuronas, ¿cómo podría ser esto y qué nos diferenciaría entonces de ellas como animales? La disciplina que se encarga de estudiar todo lo referente a este tema se ha denominado Neurobiología Vegetal y está liderado por el botánico Stefano Mancuso, director del Laboratorio Internacional di Neurobiología Vegetal (Universidad de Florencia). Esta investigación sobre la vida vegetal, aun suponiendo un 98% de la biomasa de nuestro planeta sin el que no podríamos vivir y de la que un quinto se encuentra en peligro de extinción no está exenta de polémica desde el mismo nombre de ‘Neurobiología Vegetal’.
Lo que para algunos es pseudociencia ya comenzó con las investigaciones de Darwin y su hijo Francis, el primero en hablar de inteligencia vegetal. A día de hoy referirse a las plantas como seres inteligentes sigue siendo problemático y escandaloso pero, ¿en qué se basan estos científicos para sostener que cambiar nuestra manera de entender las plantas podría cambiar nuestra manera de estar en el mundo?
Para empezar a entender todo esto hay que empezar por cuestionar nuestro concepto de ‘inteligencia’. El profesor Mancuso señala en su libro Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal (2015) además de en charlas y conferencias las capacidades que poseen las plantas de las que nunca se habla ni se investigan. El primer aliciente del que habla es el de su capacidad para resolver problemas, con el ejemplo de la búsqueda de las plantas de ubicaciones cercanas a cañerías y agua por medio de la frecuencia de las ondas, de su capacidad de defenderse cuando alguien se come sus hojas y responder atacando. Ya se habla, incluso, de la capacidad de las plantas para producir sonidos mientras crecen, el clicking, cuya finalidad aún se desconoce y que se deriva de la rotura de las paredes celulares
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