Ni te imaginas la cantidad de usos que tiene el aceite de girasol.
Puede que incluso lo veas con malos ojos porque sirve para freír y para cocinar, eso es algo que todos sabemos muy bien, pero no te puedes imaginar la variedad de productos de cosmética en los que se utiliza. Hoy te contamos las utilidades no culinarias de un ingrediente que no falta ni en tu cocina ni en tu cuarto de baño.

Esta maravilla que sale directamente de las pipas de la flor del girasol es útil no sólo para freír croquetas, sino para todo tipo de pieles, tanto del rostro como del cuerpo. Así que además de en cremas, el aceite de girasol o Helianthus Annuus Sed Oil se usa como ingrediente de champús, bronceadores y desmaquillantes.
Su textura ligera lubrica la piel gracias a los glicéridos que contiene, de ahí que se pueda utilizar para dar masajes. Al aplicarlo, la piel se vuelve elástica ya que se crea una capa que impide la pérdida de hidratación.